El astronauta estadounidense Nick Hague y el cosmonauta ruso Alexei Ovichinin regresaron indemnes a tierra este jueves en Kazajistán después de que su nave tuviera un problema en el motor cuando iba camino de la Estación Espacial Internacional (ISS).
Apenas dos minutos después del despegue, uno de los motores del Soyuz falló y obligó a los dos tripulantes a regresar urgentemente a la Tierra en vez de continuar su viaje hasta la ISS.
"En el momento del despegue de la nave Soyuz MS-10, sucedió algo inusual. Los sistemas de emergencia se activaron, la nave aterrizó en Kazajistán. La tripulación está viva y se estableció el contacto", anunció la agencia espacial rusa Roskosmos en un comunicado.
"Los recuperamos", agregó poco después una fuente de Roskosmos a los periodistas presentes en el cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán.
El problema apareció unos dos minutos después del despegue de la nave Soyuz, que tenía que llevar a los dos hombres para una misión de seis meses en la estación orbital.
"Problema de lanzaderas, dos minutos 45 segundos", anunció con calma Alexéi Ovichinin, comandante del cohete Soyuz, durante la retransmisión en directo del despegue. Este era el segundo vuelo espacial para el científico ruso de 47 años, que pasó 172 días en el espacio en 2016.
"Hubo un problema con el motor unos segundos después de la separación del primer nivel" de la nave, informaron los comentaristas de la agencia espacial estadounidense NASA.
- Suspenden lanzamientos -
Según un fotógrafo de la AFP, el despegue transcurrió normalmente pero "después de la separación del primer nivel tuvimos la impresión de que había habido una especie de resplandor".
Según una fuente de Roskosmos citada por la agencia rusa Ria Novosti, la cápsula en donde estaban los dos astronautas se desprendió automáticamente del resto del cohete después del incidente.
Las imágenes retransmitidas en directo muestran a los dos espacionautas en el interior de la cabina, luego se interrumpen como generalmente sucede, la cámara no puede seguir al cohete desde el exterior más allá de cierta altura.
El director de la agencia Roskosmos, Dmitri Rogozin, anunció la apertura de una investigación gubernamental para determinar las razones del accidente, en un mensaje publicado en Twitter.
Se suspendieron todos los lanzamientos de vuelos tripulados a la espera del resultado de la investigación y la identificación de los problemas que provocaron el accidente, indicó el viceprimer ministro ruso Yuri Borisov, citado por la agencia oficial TASS.
El próximo vuelo hacia la ISS, donde hay actualmente tres astronautas, el alemán Alexander Gerst, la estadounidense Serena Aunon-Chancellor y el ruso Serguéi Prokopiev, está teóricamente previsto en diciembre.
Según Ria Novosti, el último accidente de este tipo se remonta al 23 de septiembre de 1983.